Pítamo: hacia un nuevo urbanismo

“Creo que la ciudad, tal como la conocemos actualmente, está condenada a morir. Estamos presenciando la aceleración que precede a la disolución”.

Frank Lloyd Wright | El futuro de la arquitectura.

Nada hacía sospechar, hace poco más de un año, que algo tan minúsculo como un virus iba a poner el mundo patas arriba. Cambiando para siempre nuestro modo de vida y empujando contra las cuerdas todo lo que creíamos saber sobre nosotros mismos.

La pandemia ha reescrito la Historia de la Humanidad. Nos ha recordado nuestra vulnerabilidad, el significado de la palabra “importante” y, sobre todo, la urgencia de mantener a salvo todo aquello que amamos.  

Las grandes ciudades, hasta hace poco mecas del progreso y encarnación de un estilo de vida urbanita, moderno y próspero, han experimentado el éxodo de miles de ciudadanos hacia núcleos poblacionales más modestos. Lejos del fragor y las prisas. A cientos de kilómetros de los principales epicentros pandémicos.

León y Zamora, antiguos bastiones de la repoblación cristiana, lideran en nuestro país este éxodo paradójico y silencioso. También Madrid y Barcelona, que según un informe del Instituto Nacional de Estadística han perdido casi 60.000 habitantes en 2020, la mayor caída poblacional de su historia. Asimismo, todas las capitales de provincia ubicadas en la Ruta de la Plata (salvo Huelva) y la Raya Portuguesa han visto mermado su padrón de habitantes, que han emigrado hacia poblaciones limítrofes buscando el Sefarad de una nueva vida. Un Flandes a medida en el que poner la pica y seguir mirando hacia adelante.

Escapar de la gran ciudad, de su presión y su incertidumbre, se ha convertido en el desiderátum de muchos ciudadanos que, a lo largo del último año, han soñado con hogares en puntos urbanos más racionales, mejor conectados, con mayor calidad de vida, con dotaciones que permitan el encuentro personal y profesional sin morir en el intento. Con zonas verdes en las que expandir cuerpo y mente. Y, puestos a soñar, con vías fluviales cercanas repletas de árboles en las que dar un respiro a los afanes de la vida, marcos incomparables en los que criar y pasear a los hijos. Lugares amenos -o Locus Amoenus, que dirían Garcilaso, Góngora y Fray Luis de León- capaces de plantar cara a esos Locus Eremus -o lugares inhóspitos- en que se han convertido algunas ciudades a resultas de la pandemia.

Así las cosas, el urbanismo del futuro se enfrenta a una demanda en la que se han revertido las prioridades habitacionales. Sobre la mesa, paradigmas como la Ciudad de los 15 Minutos -con todo a mano para ir y venir en tren o bicicleta- impele a los nuevos proyectos a planeamientos hiperconectados con estrés cero donde cada segundo dedicado a la movilidad vale su peso en oro.

Pítamo, que ya se despereza para ser una realidad, recoge el testigo de esta nueva demanda -alta, clara e innegociable- y apuesta por un nuevo modelo de ciudad moderna, conectada y sostenible. Más de 200 hectáreas en Sevilla Sur en las que se llevará a cabo uno de los planteamientos urbanísticos jamás ensayados en Andalucía. Un proyecto de 1.100 millones de euros con 9.370 viviendas proyectadas que, además, persigue que nadie se quede fuera incluyendo la construcción, por encima de la media, de 3.659 viviendas protegidas.

Con vocación de bisagra, Pítamo enlazará su corona metropolitana con el centro de la bulliciosa Sevilla gracias a las nuevas infraestructuras de transporte público, que permitirán también el desplazamiento fluido y en tiempo récord de sus habitantes a otros puntos como El Aljarafe, Utrera o el Polígono Industrial de La Isla de Dos Hermanas. Reforzándose, además, las conexiones transversales entre Quintos y la capital hispalense.

La proximidad a la Universidad Pablo de Olavide, el Palacio de Exposiciones y Congresos, la Estación de Santa Justa, el apeadero de San Bernardo (con conexión al Metrocentro) o el distrito sanitario en torno al Hospital Universitario Virgen del Rocío son otros de los principales valores y atractivos urbanísticos de Pítamo. Llamada a ser, por un lado, la Perla del Guadaira por su proximidad a este espacio fluvial; y por otro, gracias a sus espacios concebidos para alojar servicios avanzados relacionados con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, el Silicon Valley sevillano.

Servicios Avanzados

Servicios empresariales cualificados, centros de investigación, asesoría, editoriales, empresas de creación audiovisual y empresas usuarias intensivas de conocimiento… serán usos pormenorizados permitidos en Pítamo. Con un techo de 185.911 metros cuadrados destinados a Actividades Productivas.

Movilidad

Gracias a su estructura, Pítamo diversificará las condiciones de accesibilidad reforzando las conexiones transversales metropolitanas entre Quintos y Sevilla. Asimismo, la incorporación del ferrocarril de cercanías introducirá intermodalidad al transporte colectivo.

Sostenibilidad

Gracias a las estrategias de movilidad, gestión de energía y gestión integral del ciclo del agua y a la implantación de un modelo urbano pospetróleo, en Pítamo se garantiza la disminución de emisiones de CO2 para contribuir a frenar el cambio climático.

Resumen de etapas

El desarrollo del proyecto se establece en cinco etapas para la ejecución de las obras de urbanización, dentro de una única Unidad de Ejecución coincidente con la totalidad del suelo delimitado en el SUS-DBP-06 Pítamo. Con hitos como la construcción del Nudo carretera de Utrera, la urbanización residencial junto a Bellavista, la construcción por parte de Ministerio de Fomento de la Estación Intermodal Ferroviaria, la ejecución de la SGV-DBP-02 Ronda Urbanización Palmas Altas – Pítamo y el desarrollo del Enlace Norte Sur SGV-DBP-08. Avda. Tiro de Línea – Pítamo.

A lo largo de la próxima década, Pítamo (que es la guinda del proyecto de transformación del Sur de Sevilla), se convertirá en la ciudad soñada por los urbanitas (migrantes o no) de viejo y nuevo cuño. Un lugar amable, inclusivo y próspero repleto de oportunidades para, al fin, poner el foco y la intención en lo más importante: vivir.